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El pulso por el FMI detrás de la crisis europea
La reticencia de Brasil y otros países emergentes a prestar directamente dinero a Europa refleja su apuesta por ganar más poder e influencia en el Fondo Monetario Internacional (FMI), opinan analistas.
Está previsto que la ayuda financiera a Europa sea uno de los temas dominantes en la reunión del Grupo de los 20 países más ricos del mundo el jueves y viernes próximos en Cannes, Francia.
Los gobiernos europeos aspiran a que las potencias emergentes aporten parte de los fondos necesarios para hacer viable el plan acordado por los líderes de la Eurozona ante la crisis de deuda soberana que la asfixia.
Pero, mientras China espera para mostrar sus cartas, el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, desestimó la semana pasada la posibilidad de que Brasil
compre deuda europea para respaldar a los mercados de Europa.
clic Lea también: El precio de China para rescatar a Europa "Los países europeos no necesitan fondos de Brasil para comprar bonos", dijo Mantega a la prensa. Sin embargo, sostuvo que su país preferiría ayudar a Europa a través de recursos volcados al FMI.
Funcionarios de India y Rusia también han dicho que preferirían que su eventual asistencia financiera a Europa llegue mediante el organismo basado en Washington antes que directamente.
"Esto tiene relación con la estrategia, no sólo de Brasil sino de otros emergentes, de intentar ampliar su participación en el Fondo y su poder de voto y decisión en ese ámbito", dijo Silvio Campos Neto, economista de la consultora Tendências, en San Pablo.
La reticencia de Brasil y otros países emergentes a prestar directamente dinero a Europa refleja su apuesta por ganar más poder e influencia en el Fondo Monetario Internacional (FMI), opinan analistas.
Está previsto que la ayuda financiera a Europa sea uno de los temas dominantes en la reunión del Grupo de los 20 países más ricos del mundo el jueves y viernes próximos en Cannes, Francia.
Los gobiernos europeos aspiran a que las potencias emergentes aporten parte de los fondos necesarios para hacer viable el plan acordado por los líderes de la Eurozona ante la crisis de deuda soberana que la asfixia.
Pero, mientras China espera para mostrar sus cartas, el ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, desestimó la semana pasada la posibilidad de que Brasil
compre deuda europea para respaldar a los mercados de Europa.
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Funcionarios de India y Rusia también han dicho que preferirían que su eventual asistencia financiera a Europa llegue mediante el organismo basado en Washington antes que directamente.
"Esto tiene relación con la estrategia, no sólo de Brasil sino de otros emergentes, de intentar ampliar su participación en el Fondo y su poder de voto y decisión en ese ámbito", dijo Silvio Campos Neto, economista de la consultora Tendências, en San Pablo.